jueves, 5 de febrero de 2009

Un cuento (real) de Navidad

Foto: cabbit

Juan tiene 24 años y una mirada dulce

Le conocí cuando me bajaba de un taxi de madrugada
Con mi abrigo de 500 euros y mis botas nuevas.

Entonces supe que se llamaba Juan,
Que tenía 24 años
Que vivía en la calle.

En esta película él es el perdedor
Y el escenario una pequeña y burguesa ciudad del Norte.

Él es la pieza defectuosa del sistema
La presencia que incomoda.

Iba a ignorarle pero algo hizo que me diera media vuelta
Tal vez fueron sus ojos amables y su encanto marchito
Le pregunté cómo había llegado a eso siendo tan joven

Escuché su versión de una vida ajetreada.
Le di el billete de la vergüenza.

Me acompañó mordisqueando sin interés una chocolatina
que en la tele una rubia anuncia como “el snack ligero”.

Su apetito parecía tan frugal como su esperanza.

Quiso contarme que tenía un hijo
Que había trabajado en la construcción
Que jamás se había drogado.

No tenía mucha credibilidad
Pero no me importó demasiado
Porque tenía ojos de buena persona.

Le dije que tal vez mi familia podría ayudarle
Que tenía que luchar por su hijo
Que yo había tenido suerte y él no.
Que bla.

Los dos sabíamos que olvidaríamos aquella conversación
Que a esas horas de la noche parecía tan real y trascendente.

Porque al día siguiente él volvería a su vida
Y yo a la mía.

3 comentarios:

albixoi dijo...

Excelente, unha vez máis, a túa reflexión sobre o que acontece hoxe en día. Comparto ao cento por cento as túas palabras.

Anónimo dijo...

Me encanta. Es visual, y te golpea. Es nostálgico y las primeras frases enganchan. Necesitas leer hasta el final. Está genial. En serio, Rebe, creo que escribes, muy, muy bien. Me gusta, sí. Patri

La chica cortocircuito dijo...

Gracias. Gracias. Gracias.
Me hace mucha, mucha ilusión. Y tengo en alta estima tu opinión. De verdad.