lunes, 23 de febrero de 2009

Si yo fuera Scarlett

Resulta que tres chavales franceses un poco frikis se enamoraron de la curvilínea Scarlett Johansson después de ver Lost in translation (calculo que como el 90% de la población masculina). No es para menos. Hay que decir que, concretamente en esta película, la chica está irresistible. Pienso que siempre le deberá mucho a ese personaje, que quizás la ha hecho parecer más misteriosa de lo que es en realidad.

Estos chicos, aunque han dejado la adolescencia hace tiempo, se ponen de nombre The Teenagers y empiezan a publicar canciones en su Myspace.
Es tan exagerada su devoción por la rubia que le escriben una canción que lleva su nombre. Investigan su vida y descubren que empezó a actuar en Broadway con 8 años, que celebró su cumpleaños en Disneyworld… y con todo este material hacen la letra, que es como una apología del amor platónico.

Hasta graban un vídeo en plan amateur con una actriz que se parece a ella, le copian las braguitas rosas que dan paso a la película de la Coppola, la llaman estrellona. La adoran.
No sé que pensaréis. A mí me parecen encantadores.
La canción ha tenido cierta repercusión y está claro que ha llegado a oídos de la actriz. Los pobres chicos hasta le enviaron el vídeo a su casa. Pero ella, ni mu. No se ha pronunciado. Qué desprecio. Qué desaboría, ¿no?

Si yo fuera Scarlett y me hicieran semejante declaración de amor pública, qué menos que dar las gracias.


P.d. Y para que no me llaméis envidiosa, romperé una lanza a su favor: a mí sí me gustó el disco de versiones de Scarlett.


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