jueves, 29 de octubre de 2009

Cosmopolitismo de barrio

foto: mianmaro

Aquí transcribo dos conversaciones con sendos chinos que regentan tiendas de alimentación en mi barrio:

¿Compro pan? ¿Lo habrá comprado ya Chico Cortocircuito?
-¿Vino mi novio?
-Sí, vino. Don Simón, muy rico, tú beber, muy rico -dice con el tetra brick en la mano-. Vino.
-No, digo que -gesticulando y levantando la voz- si vino mi novio, el chico que viene siempre conmigo, a comprar pan.
-Pan, sí, muy rico -ofreciéndome la barra-, tú comer pan, muy bueno.
-¡! … dame media barra…

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-¿Tienes manzanilla?
-Sí, manzanilla, ahí manzanilla.
-¿Dónde?
-Señalándome un bote de mayonesa: Aquí, manzanilla.
-No, eso es mayonesa.
-¿? Cara de póker-
-No, yo quiero man-za-ni-lla. Infusión. Caliente
-Igual.
-Se me enciende una lucecita: ¡Té! ¿El té es chino no? ¡Tiene que conocerlo!
-Nada.
-Té. Hago el gesto de meter la infusión en la taza. Caliente. Infusión.
-¿?


Va a ser verdad eso de que los idiomas hay que estudiarlos desde pequeño…

viernes, 16 de octubre de 2009

Estos ejecutivos...

Hay un pequeño teatro, y una chica menuda y frágil que susurra intimidades, guitarra en mano, sobre un escenario.
En primera fila se sientan los patrocinadores del evento.

Ellos son los que pagan y no dejan de demostrarlo: sacando sus blackberrys, chocando sus copas, subiendo el tono de voz por encima del de la cantante y haciendo comentarios machistas. Algunos muestran un sospechoso bamboleo de mandíbulas. Todos parecen estar muy satisfechos consigo mismos.

Cuando soy espectadora de cosas así, me reafirmo en mi idea de que jamás podría ser una mujer de negocios.

lunes, 12 de octubre de 2009

Feliz no cumpleaños

A menudo me siento como Alicia en la merienda de no cumpleaños.
Suelen ser fiestas a las que no quería ser invitada, situaciones delirantes en las que me veo inmiscuida sin comerlo ni beberlo.
Menos mal que para esos casos siempre llevo encima la galleta de hacerme grande.


jueves, 1 de octubre de 2009

De hombres y gustos

Cuando era adolescente, me gustaban los hombres guapos.
Ahora, me gustan los hombres atractivos.

La belleza pasa. El estilo permanece.

La belleza, si no tiene alma, es como un envase bonito que está vacío.
Esto tardé muchos años en descubrirlo.

A veces sabes si alguien vale la pena sólo por su mirada, o su forma de caminar.

Los hombres no suelen apreciar estos matices. Al menos no al principio.
O está buena, o no lo está.
Eso dicen mis amigos y Chico Cortocircuito.

Menos mal que nosotras somos más listas que ellos.